Visitar Corea del Norte no es como visitar Francia, que compras tu billete y te vas, sino que necesitas permisos para poder entrar y la entrada está muy limitada. El motivo de limitar el turismo en este país no es porque le sobre el dinero, ya que ocurre lo contrario. Lo que pasa es que el gran dictador quiere conservar al país libre de intrusos, que son los turistas y para ello limita la entrada a una cantidad muy pequeña, porque aunque parezca mentira, son muchos los turistas que están interesados en viajar.

Sin duda es uno de los países más cerrados del mundo, incluso en Rusia es mucho más fácil poder entrar que en Corea del Norte, así que te puedes hacer una idea de lo dificultoso que resulta entrar en este país, donde la sombra de un dictador es muy grande. Por supuesto los turistas que entran al país son custodiados en todo momento y por supuesto no se les deja hacer lo que quieran, sino lo que está en la ruta.

Este hermetismo que quiere Corea del Norte es el que impuso hace ya tiempo y que sin duda hace que sea uno de los países más peculiares para visitar, porque sin duda el turista no concibe la idea de tener que estar custodiado por el guía y que éste sea el que tome la ruta durante el viaje, pero es así como se hacen las visitas turísticas y no hay otra opción. Lo bueno que tiene es que no nos perderemos, ya que siempre hay que sacar lo positivo de este tipo de situaciones, que seguro que las tiene.