Desde el líder hasta todos los encargados de vigilar a los ciudadanos de Corea del Norte, llevan años creyéndose sus propias mentiras y viven en un mundo donde supuestamente todos son enemigos que quieren acabar con Corea del Norte. Con esta excusa siguen fabricando las armas nucleares, para defenderse de los enemigos y entre ellos Estados Unidos, que es el máximo enemigo que tiene este país y todos creen que en cualquier momento pueden atacar, algo ilógico por completo.
Los niños ya reciben instrucciones o más bien órdenes, de odiar a los Estados Unidos y cuando son mayores ya crecen con este odio. Corea del Norte vive en su verdad, que en realidad es una gran mentira que tan sólo ellos se creen. También siguen oprimiendo al pueblo y siguen diciendo que el país es próspero, no hay hambre ni pobreza, cuando la realidad es bien contraria, algo que deja claro que la visión que estas personas tienen de su país no es la misma que tenemos todos.
Parte de esta gran mentira la comparten los militares y los altos cargos, que se creen que viven en un país próspero, seguro y que dispone de todo lo que uno necesita para vivir. Parece que ellos mismos se lo creen, porque al decirlo en cualquier documental parecen muy seguros de lo que están diciendo. La realidad es que el país es muy pobre, no tiene un futuro muy próspero y además los ciudadanos viven en la miseria, pasan hambre y están atados por el gran líder, que es todo un personaje.
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