Son muchas personas las que intentan escapar cada año de Corea del Norte pero muy pocas las que logran salir de este horror de país. Unas 100.000 personas son las que intentan salir, pero muy pocas son las que consiguen su objetivo. La salida es complicada, porque los países de alrededor están muy atentos a estas salidas de norcoreanos. La frontera por Corea del Sur es totalmente imposible salir por allí, ya que está muy vigilada y sería demasiado arriesgado, además de imposible.
Todas las personas que quieren salir tienen que hacerlo a través de China, que es una vía también complicada, debido a que los chinos repatrian a todas las personas que cruzan la frontera y los que llegan tienen un destino aún más negro en Corea del Norte, un destino como el de estar encerrado en un campo de trabajos forzados o incluso la muerte. Es una pena que se produzcan este tipo de situaciones tan dramáticas y que atentan contra la integridad de la persona.
Tanto quedarse en Corea del Norte como querer marcharse tienen sus consecuencias, así que la vida aquí es un terror, un terror del que pocas personas han podido escapar, aunque algunas lo han conseguido y gracias a este intento para fugarse, hoy viven tranquilamente en Corea del Sur, un lugar mucho más tranquilo y mucho más libre para llevar una vida más plácida que en el país vecino, donde no se puede hacer nada si que esté controlado con el gran líder.